En el marco del Congreso Mundial de la Naturaleza promovido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN, ejecutado en Marsella – Francia, entre el 6 al 10 de septiembre con la participación de más de 1500 miembros; desde la COICA como miembros de la UICN, citando la revelación de una emergencia planetaria con varias investigaciones, presentamos la Moción de Emergencia 129 – Evitar el punto de no retorno en la Amazonía protegiendo el 80% al 2025, exhortando a los miembros del renombrado grupo de conservación a respaldar el plan  para la  protección del  bosque tropical más grande del mundo a través del reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas, la delimitación total de los territorios ancestrales, entre otras acciones.

“La moción 129 amplía la conversación sobre la crisis planetaria y las decisiones que van a cambiar nuestras vidas en el futuro próximo. Requerimos medidas urgentes desde la especificidad y diversidad de los ecosistemas y quienes habitamos en ellos, de otra forma, la inercia de la política global reflejada en las políticas nacionales nos lleva a un escenario apocalíptico. Los pueblos indígenas venimos a defender nuestro hogar y a defender al planeta. Esta moción es un primer paso”. José Gregorio Díaz Mirabal, Coordinador General de COICA.

Esta propuesta, más ambiciosa que otras respecto a la conservación de la Amazonía y de su biodiversidad, tras varios debates ejecutados en el Congreso, el 10 de septiembre de 2021 fue aprobada, convirtiéndose en un hito histórico en la configuración de la política global. Por primera vez los pueblos indígenas tuvimos voz y voto, pero aún más, presentamos una solución viable basada en la ciencia y los conocimientos ancestrales para detener el punto de no retorno en la Amazonía y responder a la actual crisis global.

La aprobación de la moción 129, reconoce el estado actual de la Amazonía y la urgente respuesta que se requiere de la comunidad internacional. Además, considera el rol fundamental de quienes habitamos y defendemos los territorios, como actores estratégicos con la capacidad de ofrecer soluciones viables y concretas para la protección de la naturaleza, de esta forma, nos envía un mensaje claro y esperanzador a los pueblos de la cuenca amazónica: vienen tiempos de cambio en el modelo de gobernanza y gestión de la conservación.

Acciones que promueve la moción 129:

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Resultados clave y políticas

En el marco de la aprobación de la moción 129 en la UICN, con el objetivo de desarrollar un conjunto de datos que informen y orienten la política global, nacional y local, desde la iniciativa “Amazonía por la vida: protejamos el 80% para 2025”, se presentó el resumen de una investigación en curso desarrollada por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG, parte del cual citamos a continuación.

El estudio delimita un área de análisis que incluye el bioma amazónico y las cuencas hidrográficas asociadas, cabeceras, ecosistemas amazónicos y regiones administrativas presentes en 9 países. El resultado es un área que cubre 847 millones de hectáreas (8.470.209 km2) (RAISG, 2021) de las cuales las áreas protegidas (AP) y los territorios indígenas (TI) cubren cerca del 50 por ciento (RAISG, 2020).

Dado este alcance geográfico más amplio y, utilizando información actualizada, la evaluación muestra que el punto de no retorno no es un escenario futuro sino más bien una etapa actual, en la que se necesita acción inmediata.

El 66% de la Amazonía está sujeta a algún tipo de presión fija o permanente relacionada con la presencia de impulsores (RAISG 2020, p. 42) de deforestación y degradación: densidad de viabilidad, centrales hidroeléctricas, bloques petroleros, minería, incendios agricultura y ganadería. 

Desde el 2000, los incendios afectan un área equivalente a todo el territorio de Bolivia.

Principales resultados

Áreas de Prioridad Clave (APC)

  • Las áreas bien conservadas (altamente funcionales y con alta representatividad ecológica) representan el 72% de la Amazonía. Este porcentaje está compuesto por el 31% de áreas no perturbadas y el 41% de áreas con baja perturbación (10-20%).
  • La alta degradación y deforestación ocurre principalmente fuera de los territorios indígenas y las áreas protegidas. Sin embargo, en los últimos años también se está produciendo degradación en áreas protegidas y territorios indígenas.
  • El 32% (273 millones de hectáreas) de las Áreas Prioritarias Clave no tienen ningún nivel de protección. El 75% de estas áreas son bosques.
  • El 16% de la Amazonía necesita ser restaurada por su alto valor ecológico y ambiental para crear conectividad entre ecosistemas.

Bosques Primarios

  • El 29% (246.492.600 ha) de la Amazonía es un bosque primario y representa una porción importante en la Amazonía.
  • Los bosques con baja perturbación representan el 30% del total de bosques.
  • Casi una cuarta parte (24%, es decir, cerca de 200 millones de hectáreas) de los bosques primarios y bosques con baja perturbación no tienen figura de protección y por lo tanto están en alto riesgo de destrucción. 
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